Comisión Europea
Bruselas pide a España que acoja al 9% de los refugiados
El sistema de cuotas, que se concretará a finales de mes, irá dirigido a aliviar la presión que soportan los países más expuestos.
La Comisión Europea presentó ayer una ambiciosa Agenda Internacional en Inmigración. Con medidas a corto, medio y largo plazo, Bruselas intentaba dar ayer una respuesta al complejo problema de la inmigración ilegal. Se da respuesta así a la petición de todos los líderes europeos, después de que las últimas tragedias en el Mediterráneo les llevaran a una cumbre extraordinaria para frenar los flujos masivos y la pérdida de miles de vidas. Uno de sus pilares serán «las nuevas reglas» para la política de asilo europea, con un sistema de cuotas equitativo en cuanto a la recepción de refugiados y 20.000 nuevas plazas para los próximos dos años para las personas desplazadas en clara necesidad de protección internacional. El otro, una operación en el Mediterráneo para desmantelar las redes de traficantes y combatir el tráfico de personas, de conformidad con el Derecho internacional. «Esta propuesta refleja nuestros valores comunes y ofrece una respuesta a las preocupaciones de nuestros ciudadanos por el inaceptable sufrimiento humano, por un lado, y la aplicación inadecuada de nuestras normas de asilo acordadas en común, por otro. Las medidas que proponemos ayudarán a gestionar mejor la migración y, por tanto, a responder a las justificadas expectativas de los ciudadanos», señalaba en rueda de prensa el vicepresidente de la CE, Frans Timmermans, durante su presentación.
Consciente de que la agenda de migración no estará exenta de críticas, Timmermans reconocía que la propuesta es todo un reto, pero lo que no es aceptable es «que se pida que la gente no muera en el mar y se queden callados después». El programa de reasentamiento contará con una financiación adicional de 50 millones de euros para 2015 y 2016. Por un lado, propone un nuevo sistema de recolocación con el objetivo de aliviar a los países que más refugiados reciben, como es el caso de Alemania, Suecia, Francia e Italia, por ese orden. Así, aquellos demandantes de asilo que ya se encuentren en algún Estado miembro podrían «readmitirse» en otro país europeo, en virtud de un sistema calculado según la población y el PIB, principalmente. También se tendrá en cuenta la tasa de desempleo del país de destino, así como el número de solicitudes de asilo recibidas, aunque en un nivel secundario porque estos factores son considerados por la Comisión «frutos de los esfuerzos de los Estados miembros». Para los cálculos, la Comisión ha utilizado los datos de población a 1 de enero de 2014, así como el crecimiento económico.
La nuevo política de asilo requerirá un esfuerzo importante por parte de España. En lo que se refiere a la gestión de refugiados, Bruselas considera que es el país que más podría aportar, basándose en su población y su PIB. Le pide multiplicar por diez los refugiados actuales. Según sus estimaciones, a España le correspondería recibir según este sistema el 9,1% de los refugiados en Europa. Actualmente, nuestro país apenas recibe el 0,9% del total, que el año pasado fueron 185.000. En España, el año pasado se contabilizaron 1.600, cuando podría ser capaz de albergar en torno a 16.000.
La mayoría de los refugiados que acogió nuestro país, con datos de Eurostat de 2014, son de origen sirio, que suman el 72,7%. Las dos nacionalidades que le siguen son la somalí y la palestina, que apenas alcanzan un 5,7% y un 5,4%, respectivamente. En cuanto al número de solicitudes que recibió España, también dista mucho de las que llegaron a otros Estados miembros. A nuestro país llegaron 4.540 en 2014, de las que 1.585 fueron aceptadas en primera instancia y tan sólo 15 después de apelación. Alemania, por su parte, recibió más de 140.000, de las que 47.500 fueron aceptadas.
«Creemos que hay que hacer frente a esto, es un problema europeo, de todos. No rechazamos nuestra colaboración en ningún caso, pero hay que tener en cuenta el peso que ya estamos soportando, que es proporcionalmente muy superior al de otros países», estimó el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Por su parte, Alemania, Francia e Italia serían los países que tendrían que seguir acogiendo el mayor número de refugiados, aunque con porcentajes menores. Para Bruselas sería equitativo que recibieran el 18,42%, el 14,17% y el 11,84%, respectivamente. Los tres países tendrían por lo tanto que reducir sus refugiados actuales. Alemania tendría que disminuir en siete puntos esta carga, Francia en tres puntos e Italia apenas seis décimas.
Con Suecia, sin embargo, la Comisión es más radical. Debería dejar de ser el segundo país que más refugiados recibe para estar a la cola. Del 17,8% que acoge actualmente, la CE cree que sería justo para los suecos que llegaran apenas a un 2,92% del total. Por otro lado, Bruselas ha propuesto acoger 20.000 nuevos refugiados, que se repartirían con los mismos criterios. Según los cálculos de Bruselas, España tendría que recibir el 7,75% de ese total, lo que equivale a 1.549 refugiados. Alemania, 3.086; Francia, 2.375, e Italia 1.989. Reino Unido también tiene preasignado un porcentaje, que equivale al 11,54%, un total de 2.309 refugiados, aunque al igual que Dinamarca e Irlanda podría decir que no y legalmente sería posible. El Gobierno británico ya ha plantado cara en más de una ocasión ante la inminente presentación de una nueva agenda para la inmigración. David Cameron ha asegurado que no acogerá más refugiados entre sus fronteras. Legalmente, podría decir que no a esta nueva propuesta europea, según lo establece el artículo 78 del Tratado europeo, donde tanto Reino Unido como Irlanda pueden hacer uso de la cláusula de excepción para no acogerse a esta medida, o por el contrario, aceptarla, mientras Dinamarca queda completamente fuera de la misma.
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